Guión y dirección: Lucrecia Martel
Productores: Estudio Fantasma: Santiago Leiro / Vanina Berghella / Fabián Beremblum
Investigación Periodística: Laura Ruggiero
Edición: Ariel Ledesma Becerra
Sonido: Guido Berenblum
Cámara: Alejandro Chaskielberg
Animación digital: Juan Manuel del Mármol / Verónica Feinmann
Locución: Victoria D'Antonio
Lucrecia
Martel denuncia en La ciudad que huye la proliferación de comunidades
cerradas en muchas de las grandes ciudades del mundo. Se pasea por los
alrededores de Buenos Aires, donde se han multiplicado exponencialmente
esos espacios de privilegio voluntariamente segregados, una de las
peores expresiones de anticiudad, donde se destruye progresivamente la
convivencia.
Los verdaderos protagonistas son los cierres. Con un
movimiento tenso de las imágenes (ventanas abiertas sobre la pantalla
negra) y el ritmo estresante de la registradora, se alternan las
imágenes del satélite, las expresiones de la fractura social ("los
vecinos de enfrente", se recuerda insistentemente, con la imagen
patética de unos muchachos caminando malamente junto a kilómetros de
vallado) y los esfuerzos de la propia directora por acceder libremente a
alguna de estas comunidades.
La muralla, sin embargo, parece cada vez más poderosa.