LAS CIUDADES SUTILES. 4
La
ciudad de Sofronia se compone de dos medias ciudades. En una está la gran
montaña rusa de ríspidas gibas, el carrusel con el estrellón de cadenas, la
rueda de las jaulas giratorias, el pozo de la muerte con los motociclistas
cabeza abajo, la cúpula del circo con el racimo de trapecios colgando en el
centro. La otra media ciudad es de piedra y mármol y cemento, con el banco, las
fábricas, los palacios, el matadero, la escuela y todo lo demás. Una de las
medias ciudades está fija, la otra es provisional y cuando su tiempo de estadía
ha terminado, la desclavan, la desmontan y se la llevan para trasplantarla en
los terrenos baldíos de otra media ciudad.
Así
todos los años llega el día en que los peones desprenden los frontones de mármol,
desarman los muros de piedra, los pilones de cemento, desmontan el ministerio,
el monumento, los muelles, la refinería de petróleo, el hospital, los cargan en
remolques para seguir de plaza en plaza el itinerario de cada año. Ahí se queda
la media Sofronia de los tiros al blanco y de los carruseles, con el grito
suspendido de la navecilla de la montaña rusa invertida, y comienza a contar
cuántos meses, cuántos días tendrá que esperar antes de que vuelva la caravana
y la vida entera recomience.